Historia de Seseña, el primer pueblo de Toledo con parada de ferrocarril
Hoy, 9 de febrero de 2021, se cumplen 170 años de la inauguración del primer ferrocarril madrileño, la línea Madrid- Aranjuez, también conocida como el tren de la fresa.
Ese día, Madrid, Villaverde (por entonces no anexionado aún a Madrid), Getafe, Pinto, Valdemoro, Ciempozuelos, Seseña (en la provincia de Toledo) y Aranjuez quedarían unidas por ferrocarril en el año 1851.
Seseña sería el primer municipio de Toledo en contar con parada de tren, en el primer eslabón de una línea ferroviaria que en 1858 alcanzaría el puerto mediterráneo de Alicante, siendo por ello la primera línea radial concluida en España.
El 9 de febrero de 1851 se inauguró solemnemente el ferrocarril. La inauguración fue un acontecimiento, con asistencia de la familia real, el Gobierno, las Cortes, autoridades provinciales y locales… En una hora y media se podían recorrer los cerca de 50 kilómetros que distaban entre las dos residencias reales.
Según las crónicas de la época, miles de madrileños se lanzaron desde primera hora a las calles a curiosear y hasta 300.000 personas en total llegaron a participar de algún modo en la fiesta, repartidas por todas las localidades por las que pasaba la línea.
Actualmente, el trazado ferroviario entre Madrid y Aranjuez se encuentra integrado dentro de la línea C-3 de la red de Cercanías de Madrid, si bien ya no hace parada en Seseña, como antaño.
Desde la creación del núcleo de Cercanías Madrid en los años 1980 hasta abril de 2007 efectuaban parada en el apeadero de Seseña algunos trenes de la línea C-3.
El motivo principal del cese del servicio fue la implantación en la línea de los trenes Civia, pues los andenes no eran compatibles con este modelo. Por otra parte, dada su lejanía del casco urbano de Seseña y su escaso servicio, la mayoría de los trenes de la línea no paraba, por lo que la demanda era muy baja. Todo ello que contribuyó al cierre de la estación.