El Fernando de Rojas de Seseña por la igualdad
La desigualdad entre hombres y mujeres tiene innumerables ejemplos en el día a día, también en el campo deportivo profesional. En este caso, hablaremos de las desigualdades entre las secciones femenina y masculina del mismo club deportivo. A ello nos acerca la reivindicativa actuación del pasado 9 de marzo de 2022 de los alumnos y alumnas de 1º, 5º y 6º de primaria del colegio Fernando de Rojas en Seseña.
El caso Rayo Vallecano Femenino
El Rayo Vallecano, tanto su equipo masculino como el femenino juegan en la máxima división nacional. El equipo femenino fue campeón de la Copa de la Reina en 2008 y de liga en 2009, 2010 y 2011 jugando esos tres años la UEFA Champions League. El equipo masculino no ha levantado ningún título similar, aunque llegaron a jugar la UEFA Europa League en el año 2000. Hoy, como la propia web del club informa, el equipo masculino tiene en su staff hasta 13 personas, desde el primer entrenador hasta el utillero. Sin embargo, el equipo femenino, el que ha dado títulos y legado histórico a la entidad solo cuenta en ese staff con un primer entrenador. No tienen médico o fisio que las asista en sus partidos de la Primera Iberdrola, ni siquiera utilleros o delegado.
La reivindicación del Fernando de Rojas
Los chicos y chicas del colegio Fernando de Rojas, vistieron los colores del equipo para solidarizarse con la plantilla del equipo femenino, y opinaron sobre ello. Daniela expuso que “ya es hora de que el deporte femenino cuente con las mismas condiciones laborales, económicas y de infraestructuras que el masculino”; Bilal opinaba que “es injusto porque hombres y mujeres deben ser iguales en derechos y libertades”, opinión generalizada, como lo era el que se debería legislar en el ámbito deportivo para evitar estas situaciones, algo que extrapolaban a la vida cotidiana, en el que además de la consabida brecha salarial incidían con ejemplos como las empleadas de hogar sin salarios justos ni derechos laborales o la madre que no puede trabajar por atender a un hijo con alguna minusvalía sin recibir compensación económica adecuada.
Que sirva el ejemplo de estos chicos y chicas
En definitiva, un imaginativo y solidario acto de reivindicación de la necesidad de valorar por igual a hombres y mujeres, que debe servir de motivación y ejemplo solidario en busca de esa igualdad de género que tanto necesitamos, todo ello expuesto por el alumnado con la coordinación e inestimable ayuda de sus maestros y maestras. Felicidades a todos y todas.